viernes, 24 de abril de 2009

CONFERENCIA EN LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES: EL MERCADO LABORAL ESPAÑOL ANTE LA CRISIS: PERSPECTIVAS FUTURAS

Análisis de la situación por parte de Don Felipe Sáez, Catedrático de Análisis Económico, UAM:

España tiene un ajuste mucho más lento de recuperación de la tasa de empleo que otras economías como EEUU y Japón. En el periodo 1975 – 2008, observamos que nuestro país tardó 25 años en recuperar el nivel de empleo que tenía en el punto de partida. Fue en los años 1998-99 cuando se consigue reactivar la tasa de empleo gracias al despegue sostenido del PIB motivado por el auge del sector de la construcción, la mano de obra barata, etc. ¿A qué se debe fundamentalmente este hecho? El profesor Sáez lo achaca a una serie de debilidades estructurales del mercado de trabajo español que a continuación vamos a desglosar de forma sintetizada:

1. Regulación laboral

Según la tesis del doctor Sáez, la actual regulación del mercado laboral genera una incertidumbre en la toma de decisiones empresariales a la hora de contratar al personal que fomenta la temporalidad del empleo, dado que las empresas tienden a cubrirse del riesgo de contratar indefinidamente. Según él, lo que incide decisivamente en esta incertidumbre son los procedimientos de ajuste en el empleo y concretamente los siguientes hechos: que la jurisdicción social es la que decide si un despido es procedente o improcedente y que los EREs requieren autorización administrativa previa (lo que supone la carta de defunción de la empresa en muchas ocasiones). Con una regulación distinta los empleadores contratarían más indefinidamente.

2. Selección adversa

Las estadísticas demuestran que la tasa de empleo (nº de personas ocupadas/nº de personas en edad de trabajar) es menor entre los jóvenes (lo cual es lógico porque muchos de ellos estudian) y presenta un sesgo preocupante entre las mujeres y la población de bajo nivel cultural. De igual forma, la tasa de paro (nº de parados/población activa) azota con mayor virulencia a los jóvenes y a los trabajadores de bajo nivel cultural. Esto es debido a los mecanismos de selección adversa, que se debe a la asimetría de información entre los empleadores y los aspirantes a obtener un puesto de trabajo, que conduce a las empresas a querer “curarse en salud” ante el mayor riesgo de contratar a estas personas.

3. Determinación salarial

La determinación de los salarios de los trabajadores en España dispara los costes laborales unitarios, debido a la uniformidad del convenio colectivo y la falta de relación de los salarios en función de la productividad y a otros factores como la presión sectorial, etc. Esta rigidez salarial y la elevada fiscalidad del empleo lleva a que las empresas ajusten sus costes vía cantidad de trabajadores, o lo que es lo mismo, contratando menos.
4. Modelo de negociación colectiva: poco juego de intercambios

Según el profesor Sáez tenemos un modelo de negociación colectiva desfasado, entre otras cosas debido a que el poder real de los sindicatos es mayor a su poder nominal (en función del número de afiliados) a la hora de regular las relaciones laborales y también a la escasa importancia de los convenios de carácter empresarial (un 11% del total de convenios colectivos). Pero sobretodo, el principal problema se encuentra el contenido de los convenios, en los que el peso dominante lo tienen las cláusulas salariales (un 97% del convenio de media) mientras que hay un escaso peso de las cláusulas de empleo, sobre formación, sobre modificación de las condiciones de trabajo, relativas a la organización del trabajo en la empresa, relativas a la implantación de nuevas tecnologías o relativas a mejorar la productividad. En los países de la zona euro, sin embargo, la estructura de contenidos de los convenios es mucho mayor.

5. Población laboral y educación

El nivel de formación de la población española es bastante escaso. A pesar de tener una de las mayores tasas de la UE de universitarios, existe un número importante de personas sin ningún tipo de cualificación, con un nivel bastante bajo de personas con formación profesional. Esta estructura complica una adecuada asignación del empleo, dejando a muchas personas al margen de él (o en condiciones precarias) por no disponer de la formación adecuada y dificulta a las empresas la contratación.

6. Políticas sobre el mercado de trabajo: puntos débiles

Por un lado, la existencia de una variedad de fórmulas de intermediación política en el mercado de trabajo (estatales y autonómicas) genera diferencias en los resultados que se obtienen. Por otro lado, el profesor Sáez destaca también el peso muerto existente en relación a las políticas de formación, dado que un elevado porcentaje de personas que han participado en estos programas no ha podido acceder posteriormente al empleo, lo cual reduce el coste de oportunidad de no intentarlo. Y esto es debido también a una mala coordinación, pero sobretodo a la baja predisposición de los trabajadores españoles a la movilidad geográfica y al propio reciclaje.

En función de todo esto, el Dr. Saéz pronostica un horizonte económico a medio plazo en el que las tasas de empleo seguirán cayendo y por los mecanismos de selección adversa la contratación afectará más a unos colectivos que a otros, continuarán los despidos en los próximos meses y puede que asistamos a un aumento del empleo a tiempo parcial y casi con total seguridad a un aumento del empleo irregular para evitar la fiscalidad. Las soluciones que propone el profesor Sáez para acelerar el ajuste del mercado de trabajo son, a grandes rasgos y resumidamente, las siguientes:

Reducir el coste del despido a medio plazo (a corto plazo no es una buena medida porque aún se producirían más despidos), dando una “señal” a los empresarios de que se va a llevar a cabo esta medida, para que vuelvan a contratar.

Disminuir la fiscalidad sobre el uso del trabajo

En relación a las relaciones laborales y la negociación colectiva, cree que sería conveniente una mayor descentralización de los convenios (más convenios empresariales), reforzar la implicación de los trabajadores en la empresa haciendo depender los salarios de la productividad, cambiar el contenido de las cláusulas en los convenios, etc.

En relación a las políticas sobre el mercado laboral, se debería aumentar el coste de oportunidad de no formarse a los trabajadores de baja cualificación y favorecer así la contratación de determinados colectivos afectados por los mecanismos de selección adversa.

Cambiar la política del salario mínimo interprofesional y de redistribución de la renta.


Análisis de la situación por parte de Don Valeriano Gómez, Ex Secretario General de Empleo y miembro de la Fundación Ortega y Gasset:

D. Valeriano Gómez recuerda en primer lugar al profesor Sáez que el mercado de trabajo lo forman personas, por lo que no se puede tratar como si fuera cualquier otro factor de producción para minimizar los costes de las actividades empresariales.

A continuación, en el análisis de los efectos de la crisis económica actual sobre el empleo hace primero un repaso de las perspectivas vividas en la crisis de 1992-93, en la que también se destruyó mucho empleo, recordando que durante el periodo 1991-94 se perdieron entorno a 900.000 empleos asalariados, concentrados en el sector industrial y que una cuarta parte del total de empleo destruido pertenecía al sector de la construcción. La crisis actual, no obstante, presenta unas características diferentes a la vivida en aquel entonces. En la crisis económica del 92-93, se despidió a trabajadores con contratos indefinidos, manteniéndose creciente la contratación temporal, lo cual contradice la tesis del profesor Sáez. La crisis actual está afectando fundamentalmente al sector de la construcción, cuya tasa de temporalidad es del 60% sobre el total de empleados y en un contexto en el que se ha perdido el doble de empleo en este sector que en el periodo 91-94, en la mitad de tiempo. Dado que no es posible tener un sector de la construcción con contratación estable e indefinida, por las propias características esenciales del sector, el ajuste es inevitable. Nuestra economía no puede seguir con un sector de la construcción como el que teníamos; hemos construido una media de 800.000 viviendas por año, con recursos procedentes del exterior. Como resultado observamos que pese a tener el mayor nivel de oferta de vivienda de todas las economías europeas, tenemos el mayor nivel de precios. Este mercado pues, no cumple con las leyes de mercado, por lo que era una situación insostenible.

En 2009, según los cálculos de Don Valeriano Gómez, se gastará en protección por desempleo un tanto por ciento del PIB similar al de 1993, pero hemos llegado a esta situación de forma más intensa. En lo esencial, nuestra economía sigue presentando fuertes oscilaciones en cuanto al desempleo por los cambios cíclicos.

Los problemas esenciales de nuestra economía (y que influyen decisivamente en la sensibilidad que presenta el empleo a las fluctuaciones económicas) son: un alto nivel de temporalidad, un nivel de gasto en desempleo muy elevado (por la elevada tasa de paro estructural), poco esfuerzo en formación profesional, fallas en la regulación de las relaciones laborales y un sector industrial en regresión. Pero la solución que ofrece Don Valeriano López pasa más por un cambio en el modelo productivo, en el que se produzca una transformación hacia sectores más competitivos, intensificando el esfuerzo en I+D+i y en capital humano. Y aunque también considera que es conveniente una reforma del mercado laboral, cree que esto no debe pasar por la desprotección de los trabajadores, precarizando y flexibilizando aún más sus condiciones laborales, sino que debe pasar por un esfuerzo colectivo de todos los agentes económicos y sociales destinado a aumentar la productividad y la competitividad de nuestra economía.

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